8 de febrero de 2011

CAP 209 DE LA POLITICA ME VOY YO. DE PARIS A SAN GENARO

CAPITULO 209 EL ÚLTIMO CARTUCHO
“¿Tú sabes por qué me metí en la política? Porque era un ingenuo y sabía que en España iban a cambiar muchas cosas y no quería perdermelo ni quedarme en casa sentado. Quería pertenecer a algo grande. Pero visto desde dentro me he dado cuenta de que hay gente se va haciendo cada vez más pequeñita porque al final todos sus ideales se resumen a ellos mismos por encima de la ideas, del partido... Por encima incluso de los compañeros. (...) A mí no me dais ni quitáis ningún puesto. No me vais a echar de la política porque no podéis. De la política me iré yo, con los bolsillos vacios, las manos limpias y la cabeza bien alta. Cosa que algunos no podéis decir después de dos años”.Esta es una autentica declaración de principios de Antonio Alcántara.

 Se la dedica a su ahora enemigo y antes consejero y amigo, Ochotorena. Tanto Maceiras por la cara que puso cuando le recibió, como Ochotorena, como Mauro, no querían a Antonio en las listas municipales por Albacete. Aunque a Antonio le escueza que no confíen en él, lo que realmente le ha dañado es verse apartado sin ninguna explicación coherente, sino a base de excusas y mentiras, de engaños e hipocresías y de desagradecimiento y traición. Antonio se ha jugado mucho por defender el partido. Aparte de su dinero, ofreció su prestigio por el bien del referéndum y fue, a pesar de la huelga, un buen director de ministerio. Al menos, como decía Pepe, más humano.
Antonio buscaba una oportunidad durante las elecciones del 1 de marzo y no sabía por qué no se la concedían. Quería probar en las municipales pero le decían que le llamaban “cunero”, así eran llamados los designados a dedo desde la capital sin vínculos con la región. Esto ocurría de verdad, pero con él no encajaba demasiado la definición al ser más manchego que el pisto. Pero él dijo y muy bien dicho que ya se encargaría de buscar aquellos a quienes no gustase para convencerlos. Él entiende la política de esta manera y así también la entendía el propio Suárez. “Me paso el día convenciendo” decía el presidente en una entrevista inédita que leí hace poco, meses antes de su dimisión.

Es evidente y muy acertado el homenaje a Adolfo Suárez que está protagonizando Imanol Arias (no sólo en su aspecto físico, cuidan mucho ese detalle hasta límites muy curiosos), es la inspiración de Antonio. El líder de la UCD, unos años después dimitió debido a, entre otras razones, las propias fracturas internas que no pudo o supo controlar. Tiempo después ocurrió el 23F. La UCD ganó con ventaja las elecciones del 79 pero perdiendo ciudades tan importantes como Madrid ante el PSOE que comenzó una oposición más contundente. Antonio prefirió no contar nada al presidente, ajeno a todo, para no perjudicar con ello al partido; creo que realmente no le vió la utilidad y que iba a salir perdiendo o causando un revuelo inútil. Fue otro gran gesto de honestidad de Antonio, aceptar la situación y no querer poner en un aprieto en vano a ese hombre que tanto respeto le merece.

Antonio ha vivido en sus carnes esas tensiones internas de la UCD y esa parte de la política que vimos la semana pasada, desagradecida, sucia y esta vez ha comprobado que traicionera. Él mismo, ofuscado, iba a usar contra Maceiras lo de su homosexualidad, un error por su parte que Merche critica, pero entiendo que pensase en hacerlo al notar que con él no se estaba jugando limpio. Cuando vió llegar la amenaza con lo de Construcciones Nueva York, quiso echar un órdago, quemar el último cartucho y ajustar cuentas a Maceiras. Ochotorena lo impide y le confiesa su traición, “da la cara”, es cierto, pero porque Antonio le acorrala sin saber realmente que lo hacía.
Antonio ha podido manejar bien o mal la situación, a mí me ha parecido honesto y consecuente al final. Me gustó mucho que, aún notando ese rechazo del partido, luchase hasta el final y no se conformase con el vacío, Alcántara ha peleado. Honestamente no le culpo el haber sido ingenuo, tampoco tiene que ser descabellado pensar que el esfuerzo y la dedicación tengan una recompensa medianamente justa. Pero, la realidad es otra. No se merece estar fuera, pero ya,desde luego, no le compensa seguir dentro del partido. Espero que siga creyendo en esa parte vibrante de la política que apasiona y que se basa en convencer, más allá de los ideales, con el sentido común. La política es un juego en el que se gana y se pierde, y unos más que otros. ¡Qué difícil! Pero Antonio lo deja muy claro, la partida la deja él.
VOLVER A CAER
Mercedes vive preocupada esta incertidumbre de Antonio. Sin embargo. este decide darle una alegría y le regala un bonito y caro collar para celebrar el dinero que había ganado gracias al chivatazo en bolsa que le había dado Goyo, el notario, marido de Pituca. Merche no ve nada bien esa enorme inversión. Convence a Antonio de que ya, a estas alturas de la vida y con más dinero del que nunca habían podido soñar, no necesitan sufrir sobresaltos. La Milano que siempre suele dar buenos consejos, esta vez, sin imaginarlo, ha dado uno nefasto. El matrimonio va al Banco de Granada a ingresar todo su capital a plazo fijo. En ese mismo año, 1979, España sufrió una crisis financiera bancaria que afectó de lleno, entre otros, a la sucursal granaina. Con lo cual...el sobresalto apunta a ser un susto en toda regla.

Durante todo el capítulo Merche intenta sacar horas de dónde no las hay para estudiar los exámenes finales. Sus quehaceres familiares, más la peluquería, más Antonio le impiden estudiar agusto. La Milano acude al a farmacia a probar unas pastillas llamadas “Centraminas” para mantenerse despierta. Esas pastillas se vendían como aspirinas en aquella época y la utilizaban muchos estudiantes. Es un psicoestimulante de la familia de las anfetaminas, hoy en dia te tomas eso y das positivo rotundo en un control de dopaje. Por supuesto podía crear adicción y unos efectos secundarios como los que lee en el prospecto. Duda en tomarselo pero al final opta por probar y el olvidarse tomar su dosis por la mañana le hizo dormirse en plena hora del exámen. Tuvo suerte y la amenaza de bomba impidió que se lo perdiese. Lástima porque se lo sabía.

Esta pequeña experiencia con una sustancia adictiva y que afecta al sistema nervioso, da una idea de la gran magnitud del problema de Inés. Si su madre sin esa pequeña pastillita no podía mantenerse despierta, imaginémos la ansiedad que debe de sentir Inés. Mucha, casi infinita. Pasaron tres meses desde que Toni se hizo cargo de ella y parecía que todo iba bien. Pero la droga es así, vuelves a ella con una facilidad pasmosa. Inés recae en los brazos de Jaime y vuelve a las andadas mintiendo descaradamente a su hermano quien encuentra en Cecilia un buen consuelo, pero no el suficiente. Inés se olvida de ir a ver a Eugenio y a Oriol.

SIEMPRE SAN GENARO CON ABRIL
Mientras San Genaro se ve amenizado por las bonitas fotos de Françoise en el Interviú, muy sexi y ligerita de ropa. La noticia de que es ella corre como la pólvora entre los vecinos, que no dudan en gastar bromas pesadas a Miguel. Su cabreo se hizo esperar y hasta fue puesto sobre aviso por su propia hija. Pero llegó. Miguel no se tomó nada bien la nueva ocurrencia de la niña. El pobre hasta sueña que Paquita hace lo mismo. No gana para sustos. El personaje de Françoise está homenajeando los inicios de Victoria Abril, grandísima actriz dónde las haya, que comenzó también trabajando y demostrando su soltura y desparpajo como azafata contable en el Un Dos, Tres (video) de Kiko Ledgard. La prima francesa vuela libre y le da igual lo que opinen los demás pero también le importa su padre y ve bien que este le represente hasta que ambos se dan cuenta de que no es una buena asociación sobre todo si le ofrecen películas eróticas. Miguel como sabe que no puede impedirlo, prefiere no verlo, para disgusto de Paquita que ve el filón de su hijastra.

Quién también vio una oportunidad de oro fue Carlos y esta consistía en mandar con un sellazo al profesor de Karina , nada más y nada menos que a la legión. Los celos le impedían ver que Karina no le iba a perdonar algo así en la vida hasta que esta le pide por favor que les ayude. Como buen Alcántara, Carlos mueve Roma con Santiago para recuperar su metedura de pata. Lo consigue. Las chispas entre los dos jóvenes eran evidentes. Volvieron a besarse y a recuperar por un momento parte de ese amor en pausa, como en Casablanca. "As time goes by" sonaba mientras, y en vez de Paris…”siempre nos quedará San Genaro”.
p.d Enhorabuena a los guionistas de Cuéntame por ese premio del sindicato de guionistas ALMA, qué mejor nombre.

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