17 de enero de 2011

CAP 206 LA TENTACION SE LLAMA PITUCA

CAPITULO 206 Un cuerno al año no hace daño
Hay una obra de teatro y una película que se titula “Se infiel y no mires con quién”, en el capítulo hemos visto que quien más o quien menos se plantea cómo sería su vida si separase el sexo del amor. Pero no es tan fácil y depende de cada cual. . La infidelidad a unos personajes les parece perfecta (Pili y Pepe), otros sueñan con ella (Clara) , otros como son “rara avis” ni se la plantean (Merche y Antonio) aunque se les tienta del modo más inesperado. También hay quién la prohíbe (Josefina) y quién la roba (Pituca). Sin embargo, también están aquellos que se topan con ella (Herminia) y los que la ven dónde no la hay por culpa de los celos (Carlos).

Pituca deja a Antonio “pasmao” cuando furtivamente le toma la mano en el ascensor y decide toquetearle bajo la mesa acompañada siempre de la mítica canción de Muddy Watters. Sin embargo, Antonio no quiere ser su “Hoochie coochie man” (título), más bien el poema de su cara (genial Imanol Arias) apuntaba a que le daba casi hasta miedo. La situación era tan surrealista, inesperada y bochornosa que ni es capaz de reaccionar y rechazar sus arrumacos bajo el mantel, sólo se le ocurre no ser grosero y huir del bar con un “Pituca, tranquilízate mujer que somos vecinos”. Ella, excitada, le roba un beso que presencia Herminia para más inri. Su cleptomanía parece incluir a maridos de Milanos. “Yo es que hace mucho que no monto” decía.

Pituca, genialmente interpretada por Mercè Mariné, es un personaje muy frívolo y casi caricaturesco. Sin embargo, es verdad que hay gente así de triste por la vida. Gente que no valora, ni respeta y que piensa que la felicidad se basa en conseguir los caprichos bajo cualquier precio. Este tipo de gente en el fondo es infeliz y está sola. Es lo que le pasa a ella, a su hijo Felipe y también a su marido, Goyo. Este ajeno a las andanzas de su mujer, propone a Antonio “inversiones". Qué ironía pensaría Antonio. Esta mujer terremoto viene a revolucionar la vida de los Alcántara y me gusta que les sorprenda con sus extravagancias porque les hace inquietarse y revolverse.

Antonio y Merche se definen a sí mismos como los últimos de Filipinas porque, a pesar de los años, desean estar juntos y son felices, no necesitan nada más. “Para que voy a salir a comer mortadela cuando tengo en casa solomillo” dice simpático Antonio. A pesar de ello, no pueden evitar que algo les afecte, todos a su alrededor hablan del tema de la infidelidad, incluso en la iglesia. Este debate  hace que se les caliente el pensamiento y se sientan halagados por sentirse deseados.


Pepe, el chofer cuenta lo agustito que está con su joven y guapa amante, lo que provoca que a Antonio se le escape una mirada descarada a las piernas de su secretaria. A su vez, Merche escucha a Clara decir que su matrimonio va mejor desde que Desi le fue infiel. A Merche le parece normal no separar el amor y el sexo. Pero ay, la Milano, guapísima, se topa en el bar de Inés con un apuesto muchacho que la piropea con elegancia y que le hace una propuesta difícil de rechazar, ir a verle después del trabajo. Antonio, la verdad, tuvo  mala suerte con su encelada pretendienta… sufre un auténtico asedio.


Pero el engañar o no engañar afecta a más personajes. Mientras Josefina prohíbe rotundamente a su marido engañarla, Pili decide probar suerte con un novio más “legal” que Toño y se aventura a cortejar al lotero del barrio. Qué grande es Pili… con decisión, ¡sí señor! La confianza es clave y en esto Carlos tiene mucho que decir.  Confundido por Felipe, se pone celoso con el profesor de Karina, quien acaba hartándose de su actitud y del numerito montado en la universidad.  La muchacha  no tolera su metedura de pata y acepta el farol que le lanza este de darse un tiempo. Pobre.

INÉS, EL SEGURO Y LA SOMBRA GOLPISTAAjenos a todo este berenjenal sentimental, Miguel y Paquita tienen bastante con sus problemas económicos. Viene bien el contraste que dan a las tramas con sus conflictos más de barrio. Paquita engaña a la Seguridad Social porque no asegura a su camarero por ahorrarse un dinero. Esto les lleva a tener que pagar un dineral por la operación de su empleado. Miguel recrimina el comportamiento irresponsable de su esposa, quien en temas económicos suele perder los papeles. Menos mal que al final Françoise le acaba sorprendiendo demostrando su desparpajo en el “Un ,Dos, Tres”.

La preocupación por Inés va acrecentándose. Cecilia la observa ir al baño junto a Jaime y Toni cada vez siente más miedo por su hermana y por eso evita que se vaya de casa, quiere tenerla cerca. A su vez intentaba que sus padres no les diesen dinero por la venta de la imprenta. Jaime ante toda la familia se presenta como un chico de buena casta, hijo de un director de orquesta muy bien relacionado que  lo único que quiere es innovar. En el ambiente de la Movida había gente de este estilo. Totalmente ajenos a los inminentes problemas de su primogénita, Antonio, Merche y Herminia,  acuden a verla cantar con la ilusión de que definitivamente Inés prospere. Hasta Herminia contagiada por el espiritu de sus nietos, decide ponerse unos elegantes pantalones.

Y en política tampoco las cosas van bien. Antonio se siente ninguneado por el partido al no haberle tenido en cuenta en el consejo político durante el primer congreso nacional de la UCD. Además, recibe las amenazas de un general vecino suyo que le acusa con mucha ira de que la UCD es responsable de los atentados terroristas perpetrados por ETA en esos momentos. Es la sombra golpista representada y que espero que de que contar.

Y como hay mucho que decir, animo a todos a seguir siendo fieles a Cuéntame y en caso de no querer seguir con nuestros Alcántara, hacer caso a Antonio y…mirar bien con quién os vais, pues puede haber mucho solomillo que perder. :)

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