16 de septiembre de 2009

JUAN ECHANOVE, creer lo increible


Juan Echanove es, sin ninguna duda, uno de los mejores actores de este país. No hay más que pasarse por su filmografía para darse cuenta de las dimensiones que tiene este gran actor y también persona. Es justo dedicarle unas palabras sinceras y llenas de admiración, a un Echanove grande e incombustible.


Su palmarés es envidiable. Se ha alzado con  dos Goyas y ha ganado la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián (para mí el premio más respetable de España) por una interpretación memorable de Franco en la película Madregilda. Otras tantas nominaciones le han caído, incluyendo el Fotogramas, el Ondas, y ha sido premiado con el Max de teatro.  Los mejores directores han confiado en él, Almodóvar, Trueba,…y lleva en su haber una filmografía de vértigo: más de 30 películas y más de 10 series y obras teatrales. Siempre eficaz y potente en sus actuaciones, Juan no decepciona,  su última aparición en la gran pantalla fue  interpretando en Alatriste a un Quevedo oscuro y ciego, que le valió sendas nominaciones.
Yo por edad, me he perdido algunos de sus trabajos  pero sí que he tenido la suerte de poder escucharle en persona, con esa gran voz inconfundible, algo que no olvidaré  porque sentí que lo decía de corazón y con mucho cariño: “La interpretación es lo que más me gusta hacer, más que dirigir, más que nada”.  Es un grande.

Me declaro admiradora rendida suya desde que le descubrí en el estado más puro dónde se puede conocer a un actor: en teatro. Le vi en “El Precio” pelearse con un hermano y más tarde dirigir con talento “Visitando al Sr. Green”, una obra de encuentros y amistad intergeneracional entre polos aparentemente opuestos. Pero fue en la también multipremiada “Plataforma” de Calixto Bieito dónde me quedé de piedra, maravillada ante el desgaste, fuerza y energía que derrochaba Juan en las tablas. Una obra dura, difícil en la que lo daba todo  con fiereza y dónde interpretaba a un hombre sólo y castigado que decide pasar su vida en el paraíso del turismo sexual. Allí se enamora  y se enfrenta a un mundo hipócrita, negro, soez y cruel.  Fue muy valiente interpretando esta pieza que no es nada fácil para el público dada su  polémica  y alto contenido sexual  (una señora se me escandalizó cuando fuí a verla..jeje). Yo sólo puedo decir que no me cansé de aplaudirle y me marcó profundamente su entrega. Ya me habían hablado de su gesta interpretativa con la obra de "El cerdo".


Y es que Juan no ha parado. Su faceta televisiva es quizás la que más recuerda la gente. Ha participado en series como Turno de Oficio, Chicas de hoy en día, Hermanos de leche...,entre otras. Ahora le tenemos en Cuéntame cómo pasó, donde se presentó  como el mejor hermano que Imanol Arias podía tener, y en la vida real lo son y del alma. Juntos forman una fantástica pareja dramática con una vis cómica que nada tiene que envidiar a los Walter Mattaugh y los Jack Lemmon.

Juntos han coincidido en más de una película (Tiempo de Silencio) y actualmente, mano con mano, nos hacen de cicerones en "Un País Para Comérselo". El mismo Juan dirige con mucho arte y cariño  esta deliciosa y compadrera sorpresa televisiva. Es un  gran afición a la gastronomía. Los dos "hermanicos" recorren España, cual Sancho y don Quijote, y nos cuentan  que la cultura gastronómica del país,  va ligada a sus artesanos, a sus gentes, a sus paisajes y sus costumbres.



MIGUEL ALCÁNTARA
En Cuéntame Juan interpreta a Miguel, el hermano emigrado  en Francia, que se tuvo que marchar para prosperar económicamente. Es un personaje que afecta profundamente a la personalidad de Antonio. Hace unos años  se incorporó definitivamente al reparto y ahora le tenemos en la serie viviendo un amor intergeneracional con la joven sobrina Alcántara, Paquita (Ana Arias). Un amor que han conseguido naturalizar y darle verdad poco a poco de un modo bonito, dulce y respetable. Ahora tiene la pareja un gran peso en la ficción y es una de las favoritas del público debido a su toque cómico, simpático y bonachón. Y es que Juan, sin dejar a un lado el  gran trabajo de Ana Arias, logra que me crea lo que pueda antojarse increíble.

Memorables son las escenas entre los dos hermanos ayudándose sin descanso y a la vez peleándose por su “fifty-fifty”.  Se aguantan, se riñen, se quieren. Miguel sabe llevar el caracter de Antonio.  El abandonarse no está en sus diccionarios fraternales y todo es porque se admiran y enorgullecen el uno del otro.

Mucho arte tuvo Miguel en el primer capítulo de la décima temporada gracias a sus problemas con los jornaleros, peleándose en plena procesión.  Te tronchabas viéndole llamar "hijos puta" a aquellos camaradas en los que momentos antes abrazaba de emoción al ver legalizado su partido.  Una pena que este año rompiese el carnet decepcionado. Tampoco pudo ser el  partido creado con su hermano, Unión Democrática Manchega, porque sus principios no encajaban. La tozudez y pasión desmedida Miguel y las ansias politicas e ilusiones Antonio fueron amansadas por la honestidad y sencillez de un  humilde maestro. No estaban hechos para la vida política y Miguelón,  o De Gaulle como le dice Antonio, mucho menos. 

Lo mejor es el día a día del Miguelón currante.  De las mejores tramas de esta última temporada fueron en las que  se sentía viejo frente  a las dudas de  Paquita o  cuando experimentaba una  envidia sana porque su hermano pequeño prosperase más que él. En definitiva,  me declaro fan de los agobios de Miguel con su Loba, sus niñas, sus camaradas, su hermano, Ramón y sus clientes. También de cómo el personaje apoya a los otros miembros de la familia, como sus sobrinos y en especial a esa loquita maravillosa que tiene por hija, su Françoise (Aida Folch), de la que aprende y se derrite aunque algún día nos lo va a infartar.

UN ACTOR DE FONDO
Para terminar y volviendo al actor, con franqueza quiero decir que  admiro mucho a Juan Echanove porque se merece mil mensajes como este. Me alegra mucho que acompañe a Imanol Arias. El poder ver a los dos amigos en acción no tiene precio. Pero sobre todo lo que me gusta de Echanove es esa pasión y energía por la interpretación, ese saber estar y  cómo engrandece lo que le echen. Ha demostrado siempre que es un grandisimo actor de fondo  resultado muchísimo esfuerzo y kilómetraje en sus espaldas. Espero verle más en teatro que es dónde le descubrí y aprendí a quererle. Siempre será un placer, espero que le llegue pronto la época de sendos homenajes que les toca vivir a algunos actores. Juan es de aquellos que de verdad se los merece, porque deja con tinta imborrable la "huella del actor".

Página WEB Juan Echanove (os la recomiendo, él mismo te explica su propia biografía, sus interpretaciones, sus recetas...)

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